Johana Cabrera practica el
ajedrez desde hace tres años y es séptima a escala internacional. Ese puesto lo
ocupó en el Panamericano que se realizó en Cuenca, dos meses atrás. Su meta es
ser la número uno en su categoría y espera concretarlo el 2007 en Colombia.
Ella es una de las 30 alumnas de la Escuela de Ajedrez de la Federación
Deportiva de Cañar. De 15:00 a 18:00 asiste puntualmente a los entrenamientos.
Allí, de lunes a viernes, Alejandro Carrasco y Segundo García adiestran a los
futuros campeones locales, nacionales e internacionales.
Cabrera, nacida en Azogues el 19 de febrero de 1997, recuerda que su hermano
mayor, Diego (19 años), le inculcó esta disciplina. Él me enseñó a mover las
piezas, aprendí a jugar y me gustó, ahora es mi pasión, señala Johana, alumna
del sexto de básica de la Escuela Rafael María García.
Esta niña de contextura delgada,
ojos cafés y cabello largo, se desenvuelve con fluidez en el diálogo. Cuenta que
en casa tiene a su propio técnico, Diego con quien se prepara en los tiempos
libres, especialmente los sábados.
Según Alejandro Carrasco, uno de los estrategas de los ajedrecistas cañarenses,
el éxito se debe a la planificación y a un proceso serio que se ejecuta en la
provincia. Luego de los triunfos no nos sentamos a festejar, sino que seguimos
trabajando y apuntamos a desafíos más difíciles.
El estratega azogueño comenta que algunos de sus dirigidos ni siquiera saben
leer y ya juegan ajedrez. Los alumnos se agrupan según su nivel y ascienden de
acuerdo con su progreso. De allí pasan a los equipos provinciales y luego las
nacionales, en sus categorías.
Para Segundo García, otro de los técnicos, la clave para triunfar es tener amor
a la disciplina que se practica. A veces existen de 50 a 60 alumnos en la
escuela, pero los que realmente aman al deporte se quedan. El promedio es de 30
niños y adolescentes.
En las escuelas de Azogues, en las cuales ambos estrategas también son
profesores, dan clases generales de ajedrez desde el cuarto grado. Pero, en la
Escuela de Ajedrez, se recibe alumnos desde los cinco años, donde el
adiestramiento es personalizado.
Carrasco y García coinciden en que los alumnos dedicados al ajedrez son
talentosos y pocas son las excepciones. Por ello, agrega la importancia de
contar con equipos de computación para estar al día con la tecnología.
Para subir el nivel, los niños ingresan a internet para jugar partidas más
complicadas o buscan rivales de mayor nivel.
Johana Cabrera es campeona nacional Sub 9. Ella y sus compañeros se preparan
para mejorar los éxitos de Catalina Cevallos, campeona panamericana Sub 10 en
Brasil, hace 10 años; Beatriz Carrasco, dos veces campeona bolivariana y
campeona nacional Sub 10, 12, 14, 16 y 18 años.
También trata de emular los éxitos de Jonathan León y Joshué Pacheco,
medallistas de oro y bronce en los Sudamericanos Escolares en Argentina. Ellos
el en último Nacional de Menores, en Loja, fueron campeones por equipos.
Otros detalles
En los dos últimosJuegos Interandinos, Cañar obtuvo los títulos femeninos; igual
en los Nacionales de Ibarra, tanto individual como por equipos.
Los niños son reclutados en las escuelas La Salle, Emilio Abad, Rafael María
García, Naciones Unidas, entre otras. También existen alumnos de Cañar, Biblián
y La Troncal.
Entre los más destacados están Diego Cabrera, Alison Ordóñez, Gabriel Pesántez,
Jonathan León, Joshué y David Pacheco.
Para los alumnos de la Escuela de Ajedrez el costo de inscripción es de cinco
dólares. Mientras tanto, los seleccionados provinciales tienen un tratamiento
especial.
Fuente:
El Comercio